Como quien llega al final del camino y decide, por motus propio, alejarse del mismo, así le puso punto final a su carrera profesional Benedicto Brindicci, uno de los calificados exponentes de la medicina local, referente en su actividad y ejemplo a seguir. Todavía en plenitud y ejerciendo su labor hasta el último día, decidió retirarse de lo que ha sido la gran pasión de su vida y dedicarse a sus seres queridos, a compartir el tiempo libre y, en definitiva, a disfrutar desde otro lugar.
"El que no vive para servir, no sirve para vivir. Este es mi lema y no me he apartado de él", dijo alguna vez en una entrevista con este mismo medio. Y vaya si lo cumplió, para prueba bastan los 57 años de trayectoria, innumerables pacientes atendidos, cantidad de cirugías realizadas, urgencias atendidas y siempre el don de gente acompañando, lo cual le ha valido el reconocimiento de la ciudadanía.