La perforación del pozo Argerich tendrá lugar a 300 kilómetros de las costas de Mar del Plata. Los recursos judiciales impuestos por las organizaciones ambientalistas hicieron correr la fecha de inicio, prevista inicialmente para octubre, a diciembre.

Según indicaron, la exploración durará dos meses y antes de junio se tendrá información acerca de la presencia de petróleo en ese pozo. Según estimaciones de YPF, podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200.000 barriles de petróleo diarios. Esto es casi el 40% del petróleo que produce actualmente Argentina, equivalentes a unos US$ 7.000 millones.

Sin embargo, empresarios del sector sostienen que el porcentaje de certeza para hallar petróleo en esa zona es del 20% hoy en día.

Un riesgo para el medio ambiente

La exploración offshore tiene un gran impacto en el ecosistema. Estas acciones impactan de manera directa en la fauna marina de las zonas donde se llevan a cabo. También cabe destacar el enorme riesgo ecológico-social que prevé un posible derrame de petróleo en las costas marplatense.

El talud continental es hogar de la mayor presencia de fitoplancton, biodiversidad y riqueza pesquera de la zona. Se lo conoce también como “Agujero Azul”. Por lo que un impacto negativo en este ecosistema significa una modificación en gran parte de los recursos naturales submarinos.

El área autorizada para la exploración offshore que abarca desde Mar del Plata hasta Necochea se superpone con zonas muy relevantes para las ballenas francas. Allí habitan durante toda su época de alimentación, en primavera y verano. Paradójicamente, esta especie marina ayuda a combatir los impactos del cambio climático. Por lo que este tipo de exploración petrolera es doblemente negativa para la conservación del medio ambiente.

Otra especie que se ve profundamente afectada por la prospección sísmica son los pingüinos, especialmente el pingüino de penacho amarillo. Estos se alimentan en primavera e invierno en un sector de los adjudicados para la exploración petrolera a Equinor.