Mar del Plata atraviesa una temprana ola polar, donde el frío afecta de sobremanera a unas 220 personas en situación de calle en la ciudad. A pesar que en este año desde el Obispado se especulaba con que se podría alojar a más indigentes en un hotel más grande, finalmente este martes confirmaron que en este invierno no existirá esa posibilidad, aunque se los seguirá asistiendo a través de los dispositivos montadas por Cáritas y el Municipio.

“El año pasado fue excepcional porque la Iglesia se hizo cargo de todas las personas que había en situación de calle”, explicó Roberto Benzo, director de Cáritas Mar del Plata

Benzo aclaro, en principio que "desde hace 21 años que la Noche de la Caridad ofrece esta respuesta, que se da desde la iglesia” y que “en cuanta autoridad hemos estado en estos años, nos han marcado siempre que es una problemática propia e indelegable del estado municipal, provincial y nacional”, aclaró.

“Dicho esto, el año pasado se alquilaron 6 hoteles. Eso fue virtuoso a dos puntas porque los hoteleros venían cerrados por la pandemia y sin ningún tipo de ingresos, los que le representó un ingreso económico que les vino muy bien y nos dio a nosotros tener esos establecimientos. Ahora, pasada la pandemia, han vuelto a su clientela habitual y no tenemos la posibilidad de acceder a esos hoteles” y agregó: “nuestra población no es fácilmente aceptada, esto, lamentablemente hay que decirlo”, admitió.

“La Noche de la Caridad son 12 parroquias, 12 Cáritas que están distribuidas por toda la ciudad, donde todas las noches del año salen a repartir viandas, una excusa para acercarse a ese hermano, llamarlo por su nombre, enterarte de su vida, saber lo que le pasa y es una excusa para ver de qué manera se lo puede poner de pie", reflexiono el responsable de Cáritas.

En medio de un debate que existe en al sociedad por la Ley de salud mental y los casos mediáticos del músico “Chano” Charpentier y Felipe Pettinato, Benzo explicó que “si bien no somos técnicos en el tema”, en los casos de personas en situación de calle “no hay ninguna posibilidad de internarlos contra su voluntad”, aunque señaló que hay dos excepciones.

“Cuando la persona hay un riesgo inminente de vida para el mismo o bien para terceros y en ese caso, hay que hacer una comunicación de inmediato al juez para que intervenga. Una serie de cosas que hace que directamente la persona sea la artífice de su propio destino”, completó.