Al menos 18 personas resultaron heridas este miércoles por un ataque de un dron lanzado desde Líbano en un centro comunitario de la aldea Arab al-Aramshe, situada en la frontera norte. Hezbolá se adjudicó la autoría del atentado, que tenía como blanco una instalación utilizada por el ejército israelí.

Las fuerzas armadas y los servicios médicos israelíes confirmaron el ataque producido en horas de la mañana y las preocupaciones sobre una escalada en las tensiones en la región.

Una víctima se encuentra en estado crítico, según el servicio de ambulancia Magen David Adom (MDA). Otros recibieron atención por lesiones leves.

El grupo terrorista que opera en Líbano reivindicó la responsabilidad del lanzamiento del dron y aseguró que el objetivo era un edificio ocupado por fuerzas militares de Israel para operaciones con misiles guiados y drones equipados con explosivos.

Informó que lanzó “un ataque combinado con misiles guiados y drones explosivos contra un nuevo centro de comando de reconocimiento militar en Arab al-Aramshe”, una aldea de mayoría árabe en el norte de Israel. Se produjo “en respuesta al asesinato por parte del enemigo de varios combatientes de la resistencia en Ain Baal y Shehabiya” el martes, según afirmó el movimiento.

Es el tercer día consecutivo en que Hezbollah ataca a personas y causa heridos en Israel, luego de que Irán lanzara un ataque directo contra Israel durante el fin de semana en represalia por la operación atribuida a las Fuerzas de Defensa que abatió a siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní consulado de Teherán en Damasco.

Israel informó el martes que sus ataques en el sur del Líbano mataron a dos comandantes locales de Hezbollah y a otro operativo. Tres de sus miembros murieron cuando lanzó cohetes en represalia.

Según la AFP, ya son 368 las personas fallecidas en el Líbano, en su mayoría combatientes de Hezbollah, pero también al menos a 70 civiles.