Carlos Climente fue uno de los protagonistas involuntarios de la segunda final que se corrió ayer en Balcarce. En carrera venia trepando posiciones hasta que debió parar sofocado con los gases del motor dentro del interior del Chevy. Debió ser retirado del auto por los bomberos voluntarios y ser asistido por el servicio médico en pista dado que se bajó casi ahogado del auto. De allí tuvo que ser trasladado al Hospital Subzonal Felipe A. Fossatti quedando en intervención para luego ser dado de alta tres horas más tarde.
Ahora Climente se encuentra descansando en su casa de General Madariaga. En la tranquilidad de su hogar, nos comentó que se encuentra bien tras lo sucedido en la carrera de ayer: “Estoy bien. Me llevaron al Hospital, me dieron oxigeno y me sacaron sangre para ver si tenía dióxido de carbono dentro de la sangre sino me tenía que quedar. Me salvé de milagro, 10 segundos más y no podía contar el cuento. No podía abrir la puerta, no me podía desatar, la pase muy feo”.