Se trata de autos eléctricos que han comenzado a arder por sí solos. Según reportes locales, al menos una centena de este tipo de vehículos se incendiaron sin motivo aparente este lunes en distintas zonas del estado.
Las autoridades explican que, aunque no hay antecedentes de casos similares, todo apunta a que los carros eléctricos que empezaron a arder de manera intempestiva son los mismos que estuvieron sumergidos bajo el agua cuando el huracán Ian, en ese momento de categoría 4, azotó la costa de Florida con vientos sostenidos de 241 kilómetros por horas el pasado 28 de septiembre.
Se ha informado que la mezcla de electricidad y agua salada está provocando la corrosión de las baterías de los vehículos inundados, lo que da pie a un incendio.
Jimmy Patronis, director financiero y Jefe de Bomberos de Florida, confirmó que “hay miles de carros eléctricos inutilizados por el huracán Ian”. Y explicó que “conforme las baterías se corroen por efecto del agua salada, se echan a arder de manera espontánea. Los Bomberos están aprendiendo sobre la marcha, no se han enfrentado nunca a algo así”.
Y la situación es complicada, pues Florida tiene cerca de 95.000 vehículos eléctricos registrados, según el Departamento de Energía de Estados Unidos. Es el segundo estado con más carros de este tipo. El único estado con más vehículos eléctricos es California, con 563.000.
Solo en la ciudad de Naples, en Florida, ha habido cuatro informes de incendios de Tesla desde el huracán Ian. Para los Bomberos, esta situación ha representado un reto, pues explican que apagar por completo un carro eléctrico es complicado y el proceso puede tardar horas y requiere de miles de litros de agua.