Un operativo de alcance inédito se desplegó en 73 localidades de la provincia de Buenos Aires, con 117 allanamientos simultáneos destinados a desbaratar redes vinculadas al abuso sexual infantil, el grooming y la distribución, tenencia o producción de material de abuso sexual infantil (MASI).
La acción, denominada Operación Protección de las Infancias VI, fue coordinada por fiscales especializados del Ministerio Público bonaerense, bajo la supervisión del procurador Julio Conte-Grand, y contó con el apoyo de fuerzas de cibercrimen provinciales, la Policía Federal, la Policía de la Ciudad y la Prefectura.
El procedimiento incluyó intervenciones en domicilios particulares, instituciones y tres unidades carcelarias, donde algunos investigados ya se encontraban detenidos por abuso sexual infantil intrafamiliar. La causa busca esclarecer no solo distribución y consumo de material, sino también eventuales casos de producción y acoso activo a menores a través de redes y plataformas digitales.
Del total de 112 personas investigadas, 103 son hombres y 9 mujeres. Se detectó además la participación de tres menores de 16 años que compartieron material de abuso sexual infantil. Entre los adultos involucrados, cuatro trabajan en contacto directo con niños y adolescentes, y dos integran fuerzas de seguridad. También fueron identificados 40 menores convivientes, lo que motivó la intervención inmediata de organismos de protección.
Los allanamientos se realizaron en los departamentos judiciales de Avellaneda, Lanús, Azul, Bahía Blanca, Dolores, Junín, La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, Mar del Plata, Mercedes, Moreno, Morón, Necochea, Pergamino, Quilmes, San Isidro, San Martín, San Nicolás, Trenque Lauquen y Zárate–Campana, entre otros.
La investigación también detectó el uso de inteligencia artificial para crear contenido digital abusivo, un elemento que preocupa a los fiscales por la rápida adaptación tecnológica de estas redes.
Durante el operativo se secuestraron 81 computadoras, 191 dispositivos de almacenamiento, 211 teléfonos celulares y un arma de fuego. Además, se realizaron 32 procesos de preanálisis y visualización del material para preservar la evidencia y las cadenas de custodia.
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