La caída de un rayó le quitó la vida este sábado a una mujer y ocasionó siete heridos, incluyendo a los integrantes de su familia, en una playa del estado de Sao Paulo, en medio de las fortísimas lluvias que golpean el sureste de Brasil, informaron las autoridades locales.

“Hubo secuencias de descargas eléctricas, producidas entre el agua y la arena en la playa Vila Caiçara, Playa Grande, resultando en cuatro víctimas, todas de la misma familia, una de ellas, una señora de 60 años falleció; las demás están en estado grave, pero estables”, notificó hoy la ´Defensa Civil´ del estado.

Las mismas fuentes indicaron que “otras cuatro personas también fueron alcanzadas por las descargas eléctricas, pero sin gravedad”, según los primero reportes oficiales.

“En el estado de Sao Paulo, tres personas murieron en las últimas 24 horas, luego que las fuertes lluvias y viento causaran derrumbes e inundaciones en seis municipios”, informó la estatal Agencia Brasil.

“Un hombre murió cuando el vehículo en el que viajaba, con otro ocupante, fue arrastrado por las aguas en el municipio de Sorocaba, en la región metropolitana macro-paulista, señaló la agencia AFP.

En tanto, en Limeira, un municipio brasileño ubicado en la parte oriental del estado de São Paulo, otras “dos mujeres fueron rescatadas, luego de quedar atrapadas debajo de un auto, pero no sobrevivieron”.

Asimismo, en el estado de Rio Grande do Sul (sur), desatado el martes, un temporal dejó dos muertos, anunció este sábado en la red social X el gobernador Eduardo Leite al actualizar “balance de víctimas”.

En ese orden, la semana pasada, los fuertes temporales de lluvia y los vientos que azotaron la ciudad de Sao Paulo, arrojaron un saldo de otras dos personas fallecidas, mientras que “miles de habitantes de la mayor metrópoli de América Latina, padecieron al menos tres días con cortes eléctricos”, se informó.

Por su parte, la región sur de Brasil se enfrentó en los últimos meses con eventos climáticos extremos, como las fuertes lluvias y un “devastador ciclón”, en el mes de septiembre, que dejó más de 50 muertos. Según expertos, estos fenómenos, empujados por el cambio climático, tienden a repetirse en todo Brasil.