En un emocionante encuentro que tuvo lugar durante el pasado fin de semana, el hogar de Sociedad de Protección a la Infancia recibió la visita de una persona muy especial. Estela Munz, quien en su momento fue residente del hogar, regresó después de muchos años para compartir su historia de vida. Tras una adopción feliz en 1979, Estela se trasladó a otra ciudad junto a su nueva familia, encontrando en ellos amor y un nuevo hogar.
Durante su visita a nuestra ciudad, Estela deleitó a todos en la pulpería del cerro “El Triunfo”, mostrando su talento y pasión por el malambo femenino, una disciplina artística que la apasiona.
Pero su generosidad no se limitó al entretenimiento, ya que también trajo consigo golosinas, ropa y otros obsequios enviados por sus allegados. Además, se tomó el tiempo para conversar con los niños del hogar, compartiendo con ellos su experiencia de adopción y respondiendo con amabilidad y paciencia a todas sus preguntas. Su relato dejó una profunda impresión en los pequeños, llenándolos de emociones positivas y renovando su esperanza en la posibilidad de encontrar una familia que los ame y los cuide, tal como ocurrió en el caso de Estela.