La Plaza San Martín tuvo, por un día, otra energía. El espacio verde se volvió aula, punto de encuentro y escenario de una experiencia que mezcló aprendizaje, convivencia y participación comunitaria. Todo fue impulsado por los estudiantes de la Escuela Primaria N°10 “Malvinas Argentinas”, quienes llevaron adelante una propuesta tan creativa como consciente.

Con ganas de dejar huella, los chicos se organizaron para regar los árboles plantados junto a la Dirección de Ambiente y Espacios Verdes, compartir mensajes de cuidado del entorno y, desde la radio escolar, abrir un espacio de reflexión sobre la seguridad vial y el respeto por las normas que protegen a todos en la vía pública. Además, la plaza se llenó de movimiento con distintos juegos vinculados a la educación vial, pensados para que todos aprendieran jugando, la importancia de circular con responsabilidad.

Lejos de quedar en una actividad aislada, la jornada buscó proyectarse más allá del momento. Por eso, los estudiantes distribuyeron códigos QR en diferentes sectores de la plaza, para que cualquier vecino o visitante pueda acceder a la información, ideas y materiales que trabajaron en la escuela.

La iniciativa también recuperó la plaza como lo que siempre fue: un punto de encuentro, de afecto y de juego. En ese espíritu, los estudiantes redescubrieron juegos clásicos como la rayuela y el ta-te-tí.

Entre árboles cuidados, juegos que enseñan, mensajes que invitan a pensar y actividades que construyen comunidad, la propuesta dejó una enseñanza clara: la educación no se agota en el aula. Se extiende, se comparte y toma forma en cada rincón de la ciudad. 

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