A sus 88 años, Olga Zubillaga es un verdadero ejemplo de constancia y amor por el deporte. Desde que comenzó a competir en los Juegos Bonaerenses en 2003, ha sido una presencia destacada en cada edición, participando en diferentes disciplinas en los encuentros que este año se realizaron en Chapadmalal. “Juego de todo, lo único que no me gusta es el Burako porque hay que esperar y pensar”, comentó Olga entre risas, mientras recordaba sus experiencias en el tejo, chinchón y sapo.
Este lunes visitó los estudios de GABAL, donde tuvo la oportunidad de charlar con Sonia del Campo en el programa "Lo que faltaba", compartiendo anécdotas y reflexiones sobre su trayectoria en el deporte y su experiencia en los Juegos Bonaerenses.
Olga también recordó su participación en los Juegos Evita, donde compitió durante cuatro años y logró un segundo lugar entre 60 participantes. Su historia destaca el valor de mantenerse activo y de asumir nuevos desafíos, año tras año, sin importar la edad.
Además, Olga compartió un momento especial durante la final de la disciplina sapo, realizada en el Hotel Provincial, donde tuvo oportunidad de agradecer a Luciana Ireba, coordinadora de Adultos Mayores de la Provincia. “A Luciana la quiero mucho, porque ella me apoyó cuando falleció mi hermana y yo estaba participando en los Juegos Bonaerenses”, expresó emocionada.
Con más de dos décadas dedicadas a la competencia, Olga Zubillaga es un ejemplo para todas las generaciones, inspirando a quienes, como ella, encuentran en los juegos una oportunidad para conectar con los demás y disfrutar del deporte.
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