Este lunes, el mundo se despertó con la triste noticia del fallecimiento del Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica durante los últimos doce años. En medio del luto, GABAL dialogó con el Padre Pablo Etchepareborda, quien compartió sus pensamientos sobre el legado del pontífice y las perspectivas para la Iglesia en el futuro cercano.
En la entrevista, el Padre Etchepareborda destacó una de las frases más representativas de Francisco: "La Iglesia está abierta para todos". Según el sacerdote, esta apertura fue una de las marcas de su pontificado, que puso énfasis en la misericordia y la inclusión. "La Iglesia debe ser un lugar para todos, independientemente de su condición, porque Jesús murió por todos", expresó. Y agregó que, aunque en Argentina algunos interpretaron estos gestos como favoritismos, en otras partes del mundo el mensaje no siempre fue comprendido de la misma manera.
Uno de los logros más significativos de Francisco fue la convocatoria del sínodo del año pasado, donde amplió la participación en la Iglesia, incluyendo no solo obispos, sino también laicos, laicas y religiosas, dándoles voz y voto. "Uno de los grandes legados que dejó es haber iniciado procesos que buscan una Iglesia más inclusiva y democrática", señaló Etchepareborda.
Respecto a la relación del Papa con su tierra natal, el Padre Etchepareborda subrayó que, a pesar de no haber visitado el país durante su papado, Francisco siempre mantuvo un vínculo cercano con los argentinos. "Aunque nunca regresó a Argentina, su cariño por el país nunca se perdió", recordó.
El futuro de la Iglesia es incierto tras la muerte de Francisco, y el debate sobre quién ocupará su lugar ya ha comenzado. En medio de las especulaciones sobre la posibilidad de un Papa africano, Etchepareborda resaltó que el cónclave se llevará a cabo para elegir al nuevo líder, aunque no se sabe de dónde provendrá. Agregó que, al igual que ocurrió con la elección de Jorge Bergoglio, el futuro Papa podría ser una sorpresa.
Etchepareborda también reflexionó sobre la apertura que Francisco promovió, especialmente hacia la Iglesia latinoamericana, y destacó que muchos de los cambios impulsados fueron vistos como avances hacia una mayor equidad. Sin embargo, reconoció que la transición no ha sido fácil para todos, ya que los procesos de cambio suelen ser lentos y complejos.
Al cierre de la conversación, el Padre Etchepareborda expresó que, a pesar de los desafíos que enfrenta la Iglesia, el legado de Francisco permanece vigente en sus enseñanzas: un llamado a la misericordia, la inclusión y la atención a los más necesitados. "Francisco nos dejó una primavera para la Iglesia, un aire fresco que, con suerte, continuará", concluyó.
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