Esta mañana, en la “Sala de los Intendentes” del Palacio Municipal, se llevó a cabo un emotivo encuentro de despedida para Sebastian Noble, joven oriundo de Dinamarca que culmina su experiencia de intercambio en nuestra ciudad. Acompañado por miembros del Rotary Balcarce Cerrito, encabezados por Graciela Zabib y Ana Paula De Gerónimo —encargada de los programas de intercambio—, Sebastian compartió sus vivencias antes de emprender su regreso al país escandinavo, previsto para el martes 24 de junio.
“Cuando vine no hablaba nada de español”, cuenta entre risas. Hoy, después de meses de convivencia, asegura que no solo puede hablar y entender el idioma, sino también apropiarse de los afectos, costumbres y sabores locales. “Viví con tres familias distintas que me adoptaron como un hijo. Me sorprendió el amor de los argentinos, no lo esperaba”, expresa emocionado.
Entre los momentos que más atesora, destaca los encuentros familiares, los asados, las empanadas que aprendió a cocinar y el cariño recibido. “Me voy con muchas memorias y también con recetas que voy a repetir allá, aunque el asado va a ser difícil... la carne es muy cara en Dinamarca”, bromea.
En sus palabras, el intercambio fue una montaña rusa: “Los primeros meses todo era nuevo y emocionante. Después extrañé a mi familia, sobre todo en Navidad. Pero eso también te hace crecer. Aprendí que los momentos difíciles te preparan para los mejores”.
Consultado sobre las diferencias entre Dinamarca y Argentina, destaca la espontaneidad local: “En Dinamarca organizamos un cumpleaños con dos meses de anticipación. Acá te invitan de un día para el otro. Eso me encantó”.
A quienes están considerando vivir una experiencia similar, Sebastian les deja un mensaje claro: “¡Hacelo! No es un año en una vida, es una vida en un año. Aprendés, crecés, cambiás. Es como empezar de cero, como ser un bebé otra vez y convertirte en una nueva persona”.
El martes vuelve a su país, pero se lleva algo más que anécdotas: una nueva forma de ver el mundo y un vínculo entrañable con Balcarce, sus familias anfitrionas y una cultura que lo transformó para siempre.
Te puede interesar: