Hoy vamos a resaltar “la contracara de la lectura”. Si quisiéramos resumir una consigna, esta sería Escribir para sanar. Publicaciones científicas sostienen que la escritura actúa reduciendo la ira y atenuando la adversidad. En correlación con lo que ocurre con la lectura, la utilización de métodos electrónicos o mecánicos conspira contra la intensidad de sus efectos benéficos. No es lo mismo escribir de puño y letra que hacerlo a través de un teclado.
La expresión de sentimientos y emociones es un desafío que muchos enfrentamos día a día, una tarea que demanda un esfuerzo considerable. A lo largo de la historia, la escritura ha surgido como un poderoso medio para abordar este desafío. Más que un arte reservado para los eruditos, la escritura se arraiga profundamente en la experiencia humana, sirviendo como un puente en la comunicación entre individuos, trascendiendo barreras lingüísticas y culturales.
Se ha revelado como un método innovador para canalizar emociones, específicamente la ira. Escribir los pensamientos relacionados con la causa de un evento provocativo y luego triturar el papel que los contiene puede suprimir casi por completo la ira.
Ha sido reconocida por expertos en salud mental como una práctica terapéutica con numerosos beneficios. Dedicar tiempo diario a escribir sobre experiencias traumáticas puede conducir a una disminución significativa de la depresión y una mejora en el bienestar general.
La escritura no solo proporciona una salida para expresar lo que a menudo es difícil comunicar verbalmente, sino que también fomenta un mayor autoconocimiento, claridad mental y procesamiento emocional. Además, permite a los individuos explorar sus sentimientos más íntimos en un espacio seguro y privado, promoviendo la reflexión y la autoconciencia emocional.
Diversos profesionales de la salud mental destacan la importancia de la escritura como una forma de sanación y autoexpresión. Desde psicólogos hasta expertos en neurociencia coinciden en que la escritura puede actuar como una herramienta terapéutica para reducir el estrés, mejorar la autoestima y fomentar la creatividad.
En resumen, la escritura emerge como un medio poderoso para canalizar y procesar emociones, mejorar el bienestar psicológico y promover el autoconocimiento. Este texto explora los diversos aspectos de la escritura como una herramienta de expresión y sanación, destacando su importancia en el cuidado de la salud mental y el desarrollo personal.
Compartimos este artículo del diario INFOBAE. Tomémoslo como la dosis de lectura por el placer de leer: https://www.infobae.com/salud/2024/04/20/escribir-para-sanar-por-que-esta-practica-ayuda-a-superar-las-emociones-negativas-segun-los-expertos/
Otra invitación al placer de leer:
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Por: Atilio R. Barragán
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