Hoy vamos a resaltar “la contracara de la lectura”. Si quisiéramos resumir una consigna, esta sería Escribir para sanar. Publicaciones científicas sostienen que la escritura actúa reduciendo la ira y atenuando la adversidad. En correlación con lo que ocurre con la lectura, la utilización de métodos electrónicos o mecánicos conspira contra la intensidad de sus efectos benéficos. No es lo mismo escribir de puño y letra que hacerlo a través de un teclado.