En 29 minutos se llevó a cabo este jueves por la tarde la décima sesión ordinaria del año en el Concejo Deliberante, donde se aprobó por mayoría un reconocimiento de deuda del Municipio con la empresa Ashira, responsable del servicio de limpieza y recolección de residuos urbanos.

Aunque acompañaron la medida, los bloques opositores cuestionaron el funcionamiento del servicio y exigieron mayor control por parte del Departamento Ejecutivo.

En ese contexto el concejal Martín Pérez (Frente de Todos), manifestó: “Vamos a acompañar este reconocimiento de deuda con Ashira, atento a que fue aprobado y tratado en otra sesión, pero no vamos a aprobar ningún ajuste más hasta que el Ejecutivo no responda los pedidos de información”.

Entre los datos requeridos, Pérez mencionó: la ubicación y cantidad de contenedores, la frecuencia de barrido manual y mecánico, y la identificación del funcionario encargado del control del servicio. También subrayó que el pago a Ashira requiere de una certificación de cumplimiento, que no estaría siendo verificada adecuadamente.

“Esto tiene que ser un llamado de atención para el Ejecutivo y para la empresa, porque no están dando cumplimiento estricto al contrato”, sentenció Pérez.

A su turno, Enrique Guillén (La Libertad Avanza) fue más duro en sus críticas: “La ciudad es una mugre. Los barrenderos no andan, no se ve la barredora. El centro de Balcarce está sucio, y no me quiero imaginar otras calles que todavía no recorrí”.

Guillén apuntó también contra el funcionario municipal que oficia de enlace con la empresa: “O no controla, o no sé qué está pasando. Sólo se dedican a hacer videítos promocionando candidatos y no dan respuestas ni a nosotros ni a la gente”.

El concejal concluyó reclamando que se garantice un servicio visible y efectivo, con presencia en las calles y cumplimiento del cronograma de barrido: “La gente quiere ver la ciudad limpia, quiere ver al barrendero, quiere ver pasar la máquina. No más propaganda, sino servicio real”, cerró. 

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