Lo que debía ser una noche de celebración se transformó en una verdadera pesadilla para muchas familias de Balcarce. Durante la noche de Navidad, el uso de pirotecnia fue descomunal, a pesar de que su venta y utilización se encuentran prohibidas tanto en la Provincia de Buenos Aires como en el ámbito municipal.

Las consecuencias fueron graves. Según denunciaron proteccionistas, al menos dos perros sufrieron convulsiones en reiteradas ocasiones, mientras que otros tres resultaron heridos al intentar escapar del miedo, trepando desesperadamente un paredón. El resto de los animales pasó horas temblando, jadeando y escondido, en un estado de pánico absoluto.

Pero el daño no se limitó a los animales. La pirotecnia también afecta seriamente a personas con hipersensibilidad auditiva, en especial a niños y niñas con discapacidades y dentro del espectro autista, quienes atravesaron crisis sensoriales, ataques de pánico y episodios de angustia extrema, impactando en todo su entorno familiar. Adultos mayores y personas sensibles también padecieron las consecuencias.

Desde el sector denunciante informaron que, durante la jornada previa, se enviaron comunicados detallados a colaboradores para reportar cada punto de venta ilegal de pirotecnia. Las presentaciones incluyeron direcciones, fotografías y pruebas concretas. Sin embargo, aseguran que no hubo respuestas acordes por parte de las autoridades, recibiendo en reiteradas oportunidades como contestación que “los controles habían sido negativos”, pese a la documentación aportada.

Por este motivo, responsabilizan directamente a la Dirección de Inspección General de Balcarce, área encargada de intervenir ante este tipo de denuncias y de hacer cumplir la prohibición vigente.

“No se trata de un detalle menor —señalaron—. Se trata de animales convulsionando, personas vulnerables atravesando crisis, perros heridos, familias angustiadas y una comunidad que pasó una noche entera sin la protección que debía garantizarse”.

La pirotecnia está prohibida. Las denuncias se realizaron. Las pruebas se presentaron. Pero el control, aseguran, falló.

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