El maestro balcarceño Gustavo Valcarlos recibió un importante reconocimiento por su extensa trayectoria en el mundo de las artes marciales. Días atrás, fue homenajeado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires junto a otros 300 maestros de todo el país, en un emotivo acto organizado por la Unión Internacional de Artistas Marciales de América (UIAMA).
La distinción, que premia la dedicación, el compromiso y el legado de quienes han dejado huella en esta disciplina, fue entregada por la diputada Lucía Montenegro. Valcarlos llegó acompañado por su familia, quienes, aunque no pudieron ingresar al recinto por cuestiones protocolares, lo acompañaron en un momento que definió como “muy emocionante”.
“Recibimos la invitación a través del Gran Maestro Carlos Hernández, presidente de la UIAMA. Él me conoce desde hace muchos años, sabe del trabajo que venimos haciendo, y por eso me postuló para este reconocimiento”, relató Valcarlos. Y agregó: “Estar entre los 300 maestros más destacados del país fue una emoción enorme. Las artes marciales son el segundo deporte más practicado en Argentina después del fútbol, así que imaginate lo que significa esto para mí”.
Una vida entre dojos y competencias
Valcarlos lleva 49 años practicando artes marciales y 36 enseñando en Balcarce y otras localidades del país. Fundador de la Academia de Defensa desde 1996, formó a más de 600 alumnos y más de 40 instructores y cinturones negros. Su escuela ha sido semillero de generaciones que hoy siguen practicando o incluso transmitiendo el arte marcial en otras ciudades.
“Yo no me guardo nada: todo lo que aprendí lo transmito. Las artes marciales no solo te forman físicamente, sino que también te brindan valores, disciplina, respeto”, explicó.
A lo largo de los años, acumuló innumerables anécdotas. Entre las que recuerda con más cariño, mencionó una competencia en Tandil durante sus años en la Asociación AALO: “Me lesioné el tobillo y cuando volvimos, nos dejaron en el cruce. Como no había remises ni nada, mis compañeros me traían a caballito hasta el centro de Balcarce. Fue una locura, pero también un gran gesto de amistad”.
Mirando al futuro
Aunque tuvo que pausar su actividad por cuestiones de salud, Valcarlos ya se encuentra en la búsqueda de un nuevo espacio físico para retomar las clases. “Hay muchos chicos que siguen y otros que quieren sumarse. Esto te da fuerza para seguir. Yo nunca dije ‘me retiré’, siempre hay un campeonato más”, confesó, dejando abierta la posibilidad de volver a competir.
“El arte marcial no tiene edad. Podés seguir practicando con un bastón si querés. Es una forma de vida que no se termina”, concluyó.
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