El INTA Balcarce, junto al equipo técnico de la Agencia de Extensión Rural Los Antiguos (Santa Cruz), desarrolló un innovador bebedero térmico para ovinos (BeTO) que impide el congelamiento del agua en zonas de bajas temperaturas. Se trata de una tecnología pensada para regiones donde el termómetro puede alcanzar los -22 °C y que busca resolver una problemática histórica del sector ganadero.

El dispositivo utiliza energías renovables, entrega agua a demanda y fue probado exitosamente en un establecimiento del noroeste de Santa Cruz. “El bebedero comienza a llenarse en cuanto las ovejas se acercan y en poco más de un minuto pone a disposición 200 litros de agua, sin interrumpir la carga”, explicó Santiago Arhancet, jefe de la agencia del INTA en Los Antiguos.

Además de mejorar el bienestar animal, el sistema facilita las tareas del personal rural, que ya no necesita romper el hielo manualmente varias veces al día. También contribuye al cuidado del recurso hídrico, al evitar el descarte de bloques de hielo y limitar la evaporación en zonas cálidas.

Desde INTA Balcarce, el investigador Marcos Clemente destacó que el prototipo, aunque desarrollado para el clima patagónico, puede aplicarse en otras regiones, ya que filtra y trata el agua, adaptándose tanto a ambientes fríos como calurosos.

El proyecto fue desarrollado durante tres años por un equipo interdisciplinario y en febrero de 2024 se inició el proceso para obtener la patente nacional, diferenciándose de más de 120 proyectos similares en el mundo. Actualmente, se avanza en acuerdos con una empresa regional para su producción comercial.

La iniciativa contó con el apoyo del Instituto de Promoción de la Ganadería de Santa Cruz (IPG), la Asociación Agrícola Ganadera del Noroeste de Santa Cruz y productores privados. El bebedero representa un paso hacia una ganadería más eficiente, sostenible y resiliente al cambio climático.

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