Más previsiones: Tiempo en 25 días

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna en más de 120 países, entre ellos Argentina, por iniciativa de la OMS y UNICEF. En ese contexto, Guadalupe Scantlebury, obstétrica con más de 20 años de trayectoria, visitó los estudios de Radio GABAL para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en el proceso de amamantar, tanto desde lo personal como desde lo institucional.

“La lactancia materna en ciertos ámbitos sociales no se consideraba una prioridad. Estaba relegada frente a la fórmula infantil, impulsada por intereses comerciales”, planteó la profesional.

Scantlebury repasó cómo históricamente se desplazó el acto de amamantar debido a una fuerte instalación de productos sucedáneos, alimentada por campañas de grandes laboratorios. Hoy, aunque hay mayor conciencia, la falta de información sigue siendo una de las barreras más importantes: “Hay poca preparación en los equipos de salud y también escasa información general en la sociedad”.

Las barreras laborales: licencias insuficientes y falta de espacios

Uno de los ejes centrales de la entrevista fue el impacto del trabajo en la continuidad de la lactancia. “Hay poco espacio para que la mujer amamante en el ámbito laboral, tanto en el sector público como en el privado. No hay políticas que acompañen de manera concreta”, señaló Scantlebury.

Además, apuntó a las licencias cortas como uno de los factores críticos: “Desde la salud, promovemos la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, pero la licencia laboral de muchas mujeres es de 3 meses. Y si tomaron licencia previa al parto, se reduce aún más”. También cuestionó la ínfima licencia por paternidad: “El hombre tiene apenas dos o tres días y, cuando no hay pareja, el entorno tampoco siempre está preparado”.

Apoyo social y comunitario: lo grande y lo pequeño

“La lactancia debería verse como un acompañamiento al futuro de la sociedad”, afirmó Guadalupe. Y agregó: “Muchos de esos chicos serán parte activa de nuestra comunidad en 25 años. Y la lactancia influye en el desarrollo cerebral, el vínculo y la inmunidad”.

También remarcó la necesidad de crear sistemas de apoyo en todos los niveles, desde el laboral hasta el familiar. “La mujer que amamanta no debería sentirse sola ni juzgada. La teta no es sólo alimento, es afecto, contención, inmunidad. Y eso requiere apoyo”.

En ese sentido, insistió en que el acompañamiento puede empezar desde acciones simples: “Preguntar qué necesita, ayudarle con la casa, llevarle comida o simplemente estar. La lactancia es natural, pero no hay que naturalizar el esfuerzo que implica”.

¿Hasta cuándo amamantar?

“La recomendación de la OMS es amamantamiento exclusivo hasta los 6 meses, y prolongado hasta los 2 años o más, si así lo desean la madre y el niño”, explicó. Y añadió: “Después del año, la teta sigue siendo alimento, pero también es vínculo, seguridad, afecto. Cada familia decide hasta cuándo”.

Actividades por la Semana Mundial

Si bien a nivel nacional se desarrollan acciones de concientización, en Balcarce no hay eventos oficiales organizados. “Yo hago lo mío desde mi lugar, pero no hay una política clara en el municipio. Esta semana debería servir para visibilizar tanto los beneficios de la lactancia como las dificultades para sostenerla”, concluyó.

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