GABAL dialogó en la mañana de este viernes con Rolo Villar, quien confesó que se enteró por la propia radio de la iniciativa municipal que propone declararlo Ciudadano Ilustre, proyecto presentado esta semana en el Concejo Deliberante.
“Me enteré por GABAL”, dijo entre risas al comenzar la entrevista, sorprendido porque nadie le había avisado previamente. Villar sostuvo que recibió la noticia “de verdad, de sorpresa”, aunque valoró profundamente el reconocimiento impulsado por el intendente Esteban Reino.
Durante la conversación, Rolo volvió una y otra vez a sus raíces: Los Pinos “Uno es de ahí. Yo me crié en Los Pinos”, afirmó, remarcando que aun habiendo vivido en Balcarce y luego en Buenos Aires, su identidad sigue anclada al pequeño pueblo donde creció.
El humorista destacó la importancia emocional que tiene cuando en la radio se mencionan localidades pequeñas:
“No hay nada más lindo que te nombren el pueblo. Un pueblo perdido, un boliche donde estuviste… la gente lo siente propio”.
La radio, la vida y el oficio
Villar se detuvo en su vínculo con el medio que lo acompañó desde la infancia “La radio es cabeza y corazón”, expresó. “Nosotros trabajamos para la gente. Si al oyente le gusta un tema, hay que ponerlo aunque a uno no le guste”.
Recordó sus inicios como imitador, cuando de niño pasaba horas escuchando estaciones de Argentina y Uruguay ingresando fuerte a la zona rural: “Yo imitaba para mí, encerrado en mi casa”. Su primera voz fue la de Ariel Delgado, de Radio Colonia: “Máxima formación es para este boletín”, recordó entre risas.
A partir de allí repasó anécdotas con Cacho Fontana, el Negro Martínez, Tarico, Tangalanga, Víctor Hugo, y otras figuras históricas con las que compartió trabajo, amistad o admiración “Uno no se puede olvidar de dónde salió”, insistió.
Una vida construida desde la constancia
También habló de los años difíciles en Buenos Aires “Hay que dormir en los trenes, en las pensiones, comer una vez por día… no es tan fácil como parece”.
Aun así, aseguró que el amor por el oficio fue lo que lo sostuvo siempre.
Entre anécdotas entrañables, contó la vez que lo visitó en la radio Dardo Luis Gregorio, el recordado locutor de Víctor Hugo, y rememoró sus charlas y comidas con Tangalanga “En el libro de oro de Tangalanga estoy yo”, comentó orgulloso.
“Los bomberos tendrían que ser todos ciudadanos ilustres”
Hacia el cierre, emocionado por la presencia de un bombero en el programa más temprano, Rolo dejó una reflexión que sorprendió y conmovió “Tendrían que ser todos ellos ciudadanos ilustres. Mientras nosotros estamos festejando Navidad o Año Nuevo, ellos están apagando un incendio porque alguien tiró una cañita voladora. Eso hay que decirlo”.
La charla finalizó con el deseo de grabar próximamente un programa especial con Rolo, donde pueda compartir en profundidad sus historias, vivencias y personajes que marcaron su vida. “Un gustazo, como siempre”, se despidió el humorista, enviando saludos a toda la audiencia de GABAL.
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