Fue comunicado este lunes donde se explica que toda persona o grupo donde sea encontrado removiendo basura en los contenedores y ensuciando la ciudad, se les exigirá limpiar todo lo que ensuciaron, si se niegan serán sancionados bajo la normativa vigente.
En el comunicado se establecen multas o trabajos comunitarios para quienes ensucien bienes públicos o privados. La sanción puede agravarse si ocurre desde un vehículo o en lugares como hospitales, escuelas, etc. En los casos más graves, las multas superan las mil unidades fijas, cada una cuesta como el precio de 1 litro de nafta premium en CABA.
El proyecto fue duramente cuestionado por cooperativas, organizaciones sociales y sectores de la oposición, donde denunciaron un intento de penalizar a quienes buscan comida o materiales reciclables. Se apuntó contra un artículo que sancionaba las manifestaciones callejeras que afectaran la limpieza o el uso del espacio público. Tras la presión de distintos sectores, el texto fue retirado antes de su tratamiento en la Legislatura porteña.
En el primer semestre del año, según cifras oficiales difundidas por el propio gobierno, más de 25.000 contenedores fueron vandalizados. La administración porteña asegura que la intervención apunta a reforzar la higiene urbana y el cumplimiento del cronograma de recolección, donde establece que la basura debe sacarse entre las 19 y las 21, de domingo a viernes. Comercios gastronómicos, tienen la obligación de separar los residuos y embolsarlos adecuadamente.
El anuncio de Jorge Macri llega apenas unos meses después del intento fallido de sancionar vía legislativa una normativa similar. La decisión política de avanzar ahora por decreto refuerza la línea de acción del Ejecutivo porteño frente a quienes viven, trabajan o subsisten entre la basura.
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