El deterioro se debe también al manejo económico y administrativo, a la falta de transparencia e información.
El cepo ideológico impuesto por vetustas ideologías de los años setenta, impide comenzar siquiera a tratar este tema. Así las cosas, más temprano que tarde las universidades nacionales seguirán el camino de sus hermanas menores, la educación pública primaria y secundaria.