El 60° Coloquio de IDEA dejó como balance una satisfacción generalizada en el mundo empresarial respecto del rumbo económico y de los logros alcanzados en un tiempo récord. También hubo reclamos de inversión por el lado de los funcionarios que se hicieron presentes en la edición 2024 de este encuentro.
La arenga comenzó con el ministro de Economía, Luis Caputo, quien pidió a los empresarios decisiones de inversión.
Se habían acordado preguntas entre el moderador y el funcionario pero fue la modalidad fue modificada por una alocución sin interrupciones, con un discurso entre técnico desde lo económico y provocador desde lo político.
“Le salió el tuitero, eso se lo tiene que dejar al Presidente”, dijo uno de los asistentes. La improvisación llegó al punto que se olvidó del anuncio que tenía preparado: el superávit fiscal de septiembre.
En un día en el que el eje de los paneles giró en torno a la necesidad de una reforma impositiva, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, retó a la audiencia a que dejen de pedir la baja de impuestos (aquello que siempre propone el Gobierno), sino que reclamen la baja del gasto del Estado. Además, animó a los presentes a ser los motores de una verdadera economía libre.
El cierre, en manos del presidente de la Nación, Javier Milei, fue una larga reseña de los logros económicos, plagada de datos técnicos, y el mismo pedido a los empresarios que hiciera días atrás el ministro Caputo: “Es momento de invertir”, les dijo.
El empresariado dejó en los pasillos la confianza en el rumbo económico, en el ordenamiento de las variables, al punto que el cepo no fue un tema central de reclamo.
En el pronóstico de dudas, el principal nubarrón que aparece en el mediano plazo es la estabilidad social y la posibilidad de que el Gobierno logre avanzar en el Congreso durante las elecciones de medio término del año próximo.
El clima social y el aguante de los ajustes son los semáforos a los que prestan mayor atención mientras el rumbo económico comience a dar señales de cara a una mejora en las curvas por el propio piso que se dejó hace un año.
Por otro lado, la productividad como una herramienta para mejorar las condiciones laborales fue otro de los llamados que hicieron los empresarios a lo largo de la segunda jornada de trabajo.
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