En lo que es una continuidad en los índices negativos ante la baja en el consumo, la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata informó una caída del 10,1% en las ventas en agosto al comparar con el mismo periodo del año pasado.
Finalizado el octavo mes del año, el Departamento de Estudios Sociales y Económicos (DESE) de la entidad empresarial presentó los resultados de un nuevo relevamiento de ventas, midiendo unidades físicas comercializadas a nivel local. Es así como los vendedores señalaron una caída en promedio del 10,1%, comparado con agosto del 2023.
El 24,6% de los consultados calificó a sus ventas como buenas; el 3,5%, como muy buenas; el 28,1% señaló que fueron regulares; el 36,8% las consideró malas; y para el 7% fueron pésimas.
“La falta de actividad sostenida, unida al incremento de costos, obliga a los comerciantes a resignar márgenes para poder cumplir con las obligaciones. Esto genera que, por su permanencia, muchos empiecen a advertir una situación crítica”, analizó el presidente de la UCIP, Blas Taladrid.
“Si bien conocemos el estado de la seguridad en el partido y hemos peticionado innumerables veces por ella, esta encuesta de ventas ha visibilizado cómo los comerciantes la empiezan a relacionar no solo como una pérdida adicional, sino con menores horarios de atención y menores ventas. La inseguridad es un tema que no resiste planteos políticos partidarios, ni grietas, ni jurisdicciones”, añadió Taladrid.
Según el titular de la UCIP, se trata de una problemática sobre la cual las autoridades “deben ocuparse con mayor esmero porque afecta a todos”. E indicó que “el poder de policía, como de justicia, son de competencia pública y no privada”.
“Ya bastante venimos haciendo los privados en materia de prevención con alarmas, grupos de comerciantes, vecinos, seguros y muchas otras cosas. Es momento de que se pongan manos a la obra y no esperar a la próxima temporada, cuando ya sea tarde”, concluyó el presidente de la cámara empresaria.
El estudio de la UCIP también midió las utilidades obtenidas en este mes en el sector comercial. Solo para el 1,8% de los encuestados fueron muy buenas. Para el 17,5%, fueron buenas, mientras que para el 43,9% fueron regulares.
En tanto, el 29,8% de los consultados opinó que las utilidades fueron malas y, para el 7% restante, fueron pésimas.
En la zona del microcentro, un comerciante de calzados analizó: “Lo que hacemos es bajar los precios para poder vender. Si no, queda todo estancado”.
Mientras que otro colega expresó: “Se nota mucho la disminución de ventas desde marzo en adelante. La gente no tiene plata para consumir, es difícil resistir tantos meses de caída”.
En el centro comercial Güemes se repitieron frases en un mismo sentido: “La rentabilidad es cada vez más baja, intentamos seguir vendiendo con menos margen”, indicaron en un bazar.
En otro local de una reconocida marca de carteras se mencionó: “No sólo se incrementaron tarifas como luz, gas, internet, sino también alquileres y fletes. En el conjunto de gastos fijos más sueldos y cargas sociales, la utilidad se va achicando. Hay que resignar porcentaje de utilidad para afrontar los gastos”.
“La rentabilidad es muy baja, tratamos de mantener precios para generar ventas aunque tengamos menos ganancia y aun así sigue siendo muy complicado”, sentenciaron en una perfumería del microcentro.
Seguridad
El pedido por seguridad fue una de las respuestas que se sumó a la pregunta abierta sobre ventas y la situación actual. Varios comerciantes respondieron a modo de reclamo.
“Más seguridad en Güemes y en el centro”, se solicitó un bazar, a la vez que un vendedor de calzados pidió insistentemente por “seguridad, seguridad y más seguridad”.
En la zona de Juan B. Justo un perfumero comentó: “Seguimos insistiendo con más seguridad”.
De la misma forma se pronunció un comerciante de indumentaria de la misma zona: “La falta de seguridad influye en la poca gente que transita en el centro comercial, con reducción de horario de atención por tal motivo”.
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