La causa por el triple femicidio narco de Morena Verdi, Lara Gutiérrez y Brenda del Castillo sigue arrojando revelaciones impactantes. A una semana del crimen que conmocionó a Florencio Varela, la investigación encabezada por el fiscal Adrián Arribas ya cuenta con nueve detenidos y tres prófugos con pedido de captura internacional, mientras se incorporan declaraciones que modifican la estructura de responsabilidades dentro de la organización criminal.
Tres prófugos con pedido internacional
Los nuevos buscados son Manuel David Valverde Rodríguez, tío de “Pequeño J”; David Gustavo Morales Huamani, alias “El Loco David” o “Tarta”; y Alex Roger Ydone Castillo, pareja de la detenida Florencia Ibáñez, sobrina de Víctor Sotacuro, otro de los principales acusados.
Los tres fueron identificados por cámaras de seguridad y por los propios testimonios de otros imputados, que los ubicaron en la escena del crimen. Por disposición del Juzgado de Garantías N°4 de La Matanza, se ordenó su detención nacional e internacional.
Según fuentes judiciales, Valverde Rodríguez forma parte de la banda “La Jauría” y fue acusado de un homicidio cometido en Perú en 2012. Morales Huamani fue señalado como el hombre que pidió un viaje desde Florencio Varela hacia la 1-11-14, mientras que Ydone Castillo, con antecedentes por narcotráfico en Perú, sería el verdadero dueño de la droga que motivó el crimen.
La confesión que cambió la causa
El miércoles, Celeste Magalí González Guerrero, una de las detenidas y quien alquilaba la casa donde ocurrió el triple homicidio, amplió su declaración y aportó datos determinantes.
Según relató, el móvil fue una “mejicaneada” de cocaína, es decir, el robo de unos 30 kilos de droga pertenecientes a la organización liderada por “Pequeño J”.
La mujer detalló que vio a varios de los implicados cavando el pozo donde luego fueron enterradas las víctimas y aseguró que al menos dos de las jóvenes estaban acusadas de haber participado en el robo de la cocaína. “Brenda fue una de ellas; la de 15 años no tenía nada que ver”, afirmó.
Además, describió el momento en que su pareja, Miguel Villanueva, le confesó haber asesinado a una de las chicas con un destornillador y un fierro, luego de que intentara escapar.
“Me dijo que a Brenda la mataron primero, después Morena y última Lara”, declaró ante el fiscal Arribas.
Un entramado narco cada vez más claro
De acuerdo con la hipótesis judicial, el crimen se originó dentro de una disputa entre bandas dedicadas al tráfico y distribución de cocaína en el sur del conurbano bonaerense.
La “arrepentida” describió una estructura jerárquica donde Víctor Sotacuro Lázaro y Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, ocupaban los niveles más altos de mando, con otros actores locales encargados del traslado, custodia y venta del estupefaciente.
Arribas afirmó que ya logró reconstruir la secuencia completa de los hechos, desde la noche del 28 de septiembre —día del crimen— hasta 48 horas después, incluyendo movimientos de vehículos y comunicaciones entre los implicados.
“Podría haber más detenciones en las próximas horas. Tenemos confirmada la hipótesis de que el móvil fue el robo de cocaína”, sostuvo el fiscal.
Los nueve detenidos hasta ahora
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Tony Janzen Valverde Victoriano (“Pequeño J”), detenido en Perú, presunto organizador.
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Matías Agustín Ozorio, mano derecha de “Pequeño J”.
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Víctor Sotacuro Lázaro, principal intermediario, actualmente detenido.
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Ariel Giménez, argentino de 29 años, señalado por cavar los pozos.
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Miguel Ángel Villanueva Silva, peruano, pareja de Celeste González, acusado como ejecutor.
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Milagros Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro, implicada por traslado de las víctimas.
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Andrés Parra, de 18 años, detenido mientras limpiaba rastros de sangre en la vivienda.
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Celeste Magalí González Guerrero, la “arrepentida” que dio detalles del caso.
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Iara Daniela Ibarra, de 19 años, presunta dueña de la casa del crimen.
Un caso con ramificaciones internacionales
El fiscal Arribas anticipó que la investigación continúa abierta y que se trabaja en coordinación con Interpol y autoridades peruanas, ya que varios de los implicados tienen vínculos directos con organizaciones de narcotráfico del país vecino.
En los próximos días, se espera que Florencia Ibáñez y Víctor Sotacuro amplíen sus declaraciones, lo que podría definir el cierre de la etapa investigativa y abrir el camino hacia las imputaciones finales.
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