La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras murió este lunes a los 47 años en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde permanecía internada desde el 14 de julio tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. Considerada una pionera del boxeo femenino argentino, había sido diagnosticada con un edema cerebral severo y su estado era crítico.
Nacida en Jujuy, con una historia marcada por la pobreza, Oliveras logró conquistar seis títulos mundiales en cinco categorías diferentes, lo que la convirtió en una de las referentes indiscutidas del deporte nacional. Llegó a obtener un récord Guinness y fue la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Boxeo Sudamericano.
"Comencé mi camino para convertirme en la primera boxeadora de la historia en ganar cuatro títulos mundiales en todas las categorías de peso", escribió alguna vez. Su primera derrota fue ante Marcela “La Tigresa” Acuña en 2008, en un combate polémico en el Luna Park, que marcó una rivalidad histórica.
Oliveras también fue conocida por sus charlas motivacionales y por compartir su experiencia como sobreviviente de violencia de género. “Cuando mi pareja le pegó a mi hijo, dije basta. Me empecé a entrenar y enfrenté mi miedo”, relató en una de sus entrevistas más crudas.
Además de su carrera deportiva, se había involucrado en la política: el mismo día de su internación debía representar al Frente de la Esperanza en la Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe. En paralelo, había iniciado la carrera de psicología para ayudar a otras personas, y proyectaba debutar en el teatro con una obra que incluiría un ring sobre el escenario.
La "Locomotora" fue madre de dos hijos, Alejandro y Alexis. “No estuve presente como hubiese querido, pero si no hubiera sido así, estaríamos en la miseria”, confesó en una entrevista. Su historia de vida, desde la infancia en la pobreza extrema hasta la cima del boxeo mundial, fue inspiración para miles de personas.
Entre sus reflexiones más recordadas se destaca una que dejó en una charla con María Laura Santillán:
“La vida es ahora. Disfrutá el día a día. Todo tiene solución, menos la muerte”.
Alejandra Oliveras fue mucho más que una campeona mundial: fue una mujer que peleó cada round de la vida con el corazón.
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